04 abril 2010

Todas podemos amamantar.

Publicado por Sugarplumfairy en 10:52 p. m. 0 comentarios


Seguramente has escuchado o tu misma piensas que poder amamantar a un bebé es cuestión de suerte, que hay mujeres que "pueden" y mujeres que no....
YO confieso que tambien pensaba lo mismo, pero poco a poco a base de leer e informarme, de consejos de otras mujeres que han lactado fué que se me abrio el panorama, por lo que me gustaría compartirlo con toda mujer que tenga interés...

Amamantar es lo que nos caracteriza como mamíferos, ¿cuando has visto una leona que no tenga leche? ¿una loba? ¿una perra? ¿una yegua? nunca! eso no se da, en la naturaleza todas las hembras mamiferos del planeta estamos preparadas para traer una vida al mundo y para sostenerla, todas sin exepción....entonces,por que la lactancia humana se ha vuelto tan complicada? para mi gusto esto es producto de la industrialización, del consumismo, del desapego con el que ahora se vive la maternidad. Tendríamos que irnos a cuestionar que nos impulsa a tener bebés si no nos queremos encargar de ellos...
Cultural entonces? si, creo que eso está sucediendo, es mucho mas "nice" traer la ultima mamila de moda, la que tambien usa la artista fulana de tal, que el sencillo y humilde seno materno.
Miedos? Si, tambien!!! quien no ha oido terribles historias de dolor, sangre y sufrimiento? yo creo todas! pero la realidad es que la lactancia materna NO DUELE, si llega a existir dolor, es que algo anda mal y hay que buscar ayuda, por lo general la solución es muy sencilla, tanto como un cambio de posición.
Inseguridad? siiii, yo creo que esa viene de la ignorancia, el clásico "es que tu leche está aguada, no lo llenas", cuando la realidad es que la leche sale por etapas y la primera es muy ligera para quitarle la sed al bebé, la que sale al final es rica en grasa pra darle la sensación de saciedad y garantizar su aumento de peso.
Sabotaje? Tambien, para mi gusto el principal sabotaje viene por parte de los pediatras, personal medico y hospitales, lo primero que te quieren enjaretar es tu lata de fórmula, y miles de veces son ellos mismos los que plantan la semilla de la duda. Nadie te pide tu autorización para darle a tu bebé una mamila con suero glucosado o formula justo despues de nacer, lo que le quita el hambre, lo adormila y se pierden preciosos minutos, cuando su institno le dice que busque el seno de su madre.
Y luego el clasico consejo, de 15 minutos de un lado y 15 del otro...una formula segura como la muerte hacia el fracaso de la lactancia, una tetada normal dura fácil,mas de una hora en un recién nacido, esto es por que los musculos de su cara aún son débiles y necesita tiempo para recuperarse, además que su succión no es tan efectiva, com lo será en unas semanas.
HAy muchos intereses de por medio, las compañias ganan fortunas vendiendo leche de vaca maternizada y sería un golpe economico que todas las mujeres amamantaramos a nuestros niños, por eso te dicen que "es lo mismo", pero no, no es lo mismo, ni remotamente lo mismo...
A lo que quería llegar es que todas, podemos amamantar, con información, apoyo, pero sobretodo, voluntad.

Dejarlo contigo no hace daño...

Publicado por Sugarplumfairy en 10:36 p. m. 0 comentarios

Me encantó esta reflexión de Zoquete
www.dormirsinlagrimas.com

Niño que no llora, no aprende - Por Zoquete

Nació joven, podría decir que bastante más joven que la media de la gente. Nada más hacerlo, recorrió con sus grandes ojos negros el paritorio, frunció el ceño y arrugó la barbilla. Sufrí un gran susto, pues nadie me había prevenido sobre la coloración violácea que podía presentar. Además, su expresión no fue nada amable, casi diría que incluso hostil. Me reconozco majadero, pero podría jurarles que en este mágico instante aún no había tenido tiempo de demostrárselo. De hecho, mi actitud era más bien discreta, por no decir sumisa. Afortunadamente personal más experto que un servidor se encargó de limpiarlo y arroparlo, pues sobra decir que en aquel momento mi pulso no estaba para grandes filigranas.


No tardó en calmarse, cerrar los ojos y adoptar una expresión angelical. Mi agotamiento pareció desaparecer, que no es decir poco, especialmente tras dieciséis horas de tensión en el hospital, pasivo y torpe ante el sufrimiento de mi amor, habiendo ingerido apenas un par de cafés y un mini bocadillo de queso, con el móvil colapsado de inoportunas llamadas (todas, no hay excepciones) y el equipo médico entrando y saliendo sin apenas inmutarse. Sin duda, alguna fuga debía tener la oxitocina, pues entonces sentí un impresionante nuevo hálito.

Decido reconciliarme con el mundo. La gente es encantadora y las flores son el símbolo del milagro de la naturaleza.

Craso error.

No pasan más de cuarenta y ocho horas y recibimos un primer y amoroso consejo: “El niño va a coger frío así. ¡Qué irresponsables, cómo se nota que son primerizos!” “Disculpe señora, ¿nos conocemos?” Mis instintos agresivos recuperan sus privilegios y decido que el crimen tiene sus atenuantes.

Sólo fue el comienzo: “este niño tiene hambre, se le nota en que mueve la boca y, sobretodo, no para de llorar”, “no, lo que tiene el niño es sueño, me ha parecido ver un bostezo entre llanto y llanto”, “ni hablar, se trata de cólicos, lo sé porque grita igual que la cría de mi vecina”...

Así, en esta mi corta experiencia creo haber detectado dos importantes principios:

El primero se refiere al impresionante caudal de conocimientos que posee la más insospechada gente: “Todo el mundo sabe de bebés”. Tenemos a la disposición del lector múltiples datos que lo certifican, incluyendo el caso de aquel vecino que creíamos autista y que ahora parece que ha recibido un curso rápido para sonreír. Por cierto, lector, ¿qué sabe Vd. de bebés? No, mejor no me lo cuente, esperemos al corolario, que dice: “Todo el mundo opina sobre tu bebé, te conozca o no”. Sobra decir que tanta información cubre un amplio abanico de posiciones, a menudo contradictorias, por no decir surrealistas...

El segundo principio puede entenderse como fruto de la recogida de datos provenientes del primer principio: “La buena educación del bebé consiste en disponer de un arsenal de recursos, maneras o trucos, para acallar su llanto”. Como alumno aplicado citaré algunos ejemplos, que seguro les resultan familiares: enchufarle el chupete, biberón, dedo o lo que sea, mecerlo entonando algún cántico tribal, colocarlo boca abajo, colocarlo sentado, colocarlo boca arriba, colocarlo del lado izquierdo, colocarlo del lado equivocado, agitarlo hasta que parezca epiléptico, acunarlo invocando a Morfeo como único dios con sentido, proyectarle “2001: Una Odisea en el Espacio”, de Kubrick, especialmente la secuencia psicodélica de la versión larga, y el comodín por excelencia: amamantarlo, válido tanto si tiene hambre como frío, o sueño, o inquietud, ¿o miedo, dolor, ira, calor, ansiedad, acidez, vértigo, gases, curiosidad o, simplemente, un lapsus?

Pero las dudas no han hecho sino empezar, pues paradójicamente en este nuestro país plural, abierto y progresista, exhibir tal comodín en público tiene reminiscencias obscenas, o propias del “National Geographic” (de acuerdo con “La Vanguardia” en un artículo del pasado 27 y 28 de febrero, citando la agresión que sufrió una madre que fue descalificada por dar de comer a su niño en una autoescuela).

Embarazosa cuestión (casi nunca mejor dicho): ¿qué debemos hacer y a quién deberíamos pedir consejo para educar al niño?

La respuesta inmediata sería al profesional, al pediatra. Uno siempre puede llevarle a juicio si algo sale mal. Pero, ¿y si está obsesionado con publicar en el “Nature” una de sus investigaciones científicas, precisamente aquella donde pretende demostrar de forma estadística que acostar a los bebés colgados de los pies como murciélagos estimula el flujo sanguíneo en el cerebro y suaviza el trauma del abandono de la posición fetal?

También se cuenta con las suegras y con las madres, después de todo nosotros, sus hijos, somos los perfectos ejemplos de su saber hacer... ejem, descartado.

Está la parejita feliz de amigos que acaban de vivir la misma experiencia un par de meses antes: tienen las ideas frescas, se les ve igual de pardillos pero así y todo van superando las dificultades. Además, él y yo fuimos uña y carne durante la universidad, con ciertas juergas impresionantes... impresentables, de hecho, ahora recuerdo que a él le encantaban los chistes de pederastas. Busquemos otra alternativa.

Al final acabas optando por abordar a alguien por la calle al azar y preguntarle. Después de todo no tiene motivo alguno para aconsejarnos mal, ni para demostrar lo que sabe o presumir de experiencias... Nuestro candidato resultó ser un vendedor de libros. Ahora tenemos la estantería abarrotada de múltiples volúmenes como “Carta astral para bebés. Incluye aplicación informática para confeccionarla”, “Traumas infantiles derivados del color de sus muebles”, “Evite tener un niño mediocre: plan de entrenamiento para niños de dos a cinco meses”, etc...

Entre ellos cayó “Duérmete Niño”, del Dr. Estivill, libro al que se le puede insultar, ignorar, contradecir o, incluso, atender, pues pocas reacciones puede tener contra nosotros: no deja de ser inofensivos papel y tinta. No obstante muestra importantes puntos de reflexión que, si no directamente, nos pueden ayudar a resolver muchas de las dudas antes mencionadas. De hecho, aunque el libro tiene fama por su éxito resolviendo el hábito de dormir de los bebés, personalmente considero que lanza sugerencias que pueden extenderse a otros aspectos de la educación de los niños, como la posibilidad de enseñarles a comer con una pajita.

Veamos. Si tuviera que quedarme con tres de sus ideas, nombraría: rutina, tranquilidad y autosuficiencia.

Rutina: si el niño se adapta a unos horarios, su cuerpo y su mente se sincronizan con sus expectativas, y así le vendrá el hambre cuando suela comer y el sueño cuando suela dormir. En caso contrario será, básicamente, impredecible, y nos regalará sonrisas o llantos cuando menos lo esperemos.

Tranquilidad: el niño percibe el estado anímico de los padres, que influirá sobre el propio. Si los adultos están irritables, el bebé puede aguantarlo, porque les tiene cariño, pero a pesar de su tierna edad también tiene su paciencia.

Autosuficiencia: el niño debe saber que, aunque no nos vea, estamos bien. Es normal que al niño le preocupe dormir solo ¿cómo puede estar seguro de que sus progenitores estamos a salvo? Si el bebé se duerme porque le acunamos o damos el pecho, le cubrimos la cara con la mano o le llevamos de paseo por las calles de la ciudad, cuando se despierte en mitad de la noche y no nos encuentre se pensará que algo terrible nos ha ocurrido.

El título se ha ganado bastante buena fama entre un colectivo nada despreciable de padres desesperados por la inquietud de sus vástagos a la hora de dormir pero, sobretodo, por el milagroso cese de la intermitente murga que disfrutaban durante la noche y hasta el alba. Ha tenido un gran éxito de ventas y ha surgido también en versión de bolsillo y otra tipo “Guía rápida” que incluye un DVD, probablemente para padres teleadictos, o estresados o, simplemente, vagos.

El autor garantiza un 96 % de éxito y justifica el fracaso del 4 % restante tras una mala aplicación del método o problemas de tipo psicológico, incluyendo traumas como la separación de los padres o interferencias tipo gritos histéricos de madrugada.

Aún así, existen detractores que consideran su propuesta una salvajada, casi opuesta a la saludable crianza “a demanda” tanto de comida, como de mimos o sueño.

Simplificando las posiciones, mientras la propuesta del libro sería regular los hábitos del niño a golpe de reloj, aunque para ello haya que aguantar su llanto mediante una tabla de tiempos “razonables” de aguante de los gritos del bebé, la escuela instintiva predica que es el pequeño quien debe ser nuestro reloj, biorritmo y alarma.

Hay quien dice que tal filosofía conductista afecta al estado emocional del rey de la casa. Desgraciadamente por tratarse de un método tan reciente es difícil de prever las consecuencias que tendrá, quizás generando un nuevo tipo de psicópatas. También es posible que la dureza del método asuste a más de uno, haciéndole recordar cierta rigidez educacional del pasado.

Como experiencia personal, en nuestro caso decidimos no probar el método. Pese a nuestra clara tendencia sádica y nuestros deseos de iniciar al pequeño en tal filosofía cuanto antes, el método tiene el inconveniente de limitarse a no más de una semana, sin ofrecer pauta alguna para hacerlo extensivo durante más tiempo. Otra desventaja adicional es la insistencia del autor en la necesidad de coherencia por parte de ambos padres, sin conflictos ni versiones encontradas, mientras nosotros preferimos ofrecerle a nuestro bebé una educación basada en dos puntos de vista radicalmente opuestos, en aras de una mayor capacidad crítica.

Haciendo una reflexión más profunda, hemos decido evitar que llore, empleando un método bastante sofisticado, quizás demasiado cruel, pero la vida es dura. Cada día le dejamos acompañarnos viendo la televisión. No falla, se queda roque mientras además adquiere el bagaje necesario para imbuirse de las miserias humanas. Como sesiones prácticas, siempre lo tenemos a punto para el disfrute de esas visitas oportunas, que nos libran del yugo de esos horarios dictatoriales “qué mono, a ver si me sonríe, déjame acariciarlo, provocarle una carcajada, comprobar que el juguete es interactivo”. De esta manera dormimos satisfechos sabiendo que estamos estimulando al niño a que se exprese.

Como apuntes finales y mirando al futuro, ¿por qué tanta obsesión con la tranquilidad, serenidad y el equilibrio emocional, si lo que está de moda, lo que vende, son actitudes neuróticas, desequilibradas, fanfarronas, los célebres quince minutos de fama a los que todo el mundo aspira? Y mientras estamos con todas estas cavilaciones, él sigue creciendo. El día menos pensado nos viene con su pareja para anunciarnos que ha decidido dejar de vivir con nosotros, con lo que acaba echándonos de la casa...

Lo cierto es que de momento, para bien o para mal, apenas practica el lloro, se ajusta como un reloj a nuestros caóticos horarios y podemos seguir viendo nuestros programas favoritos sin interrupción. Quizás sea un buen momento para exigirle nuevas responsabilidades, como que cambie un poco su repertorio de monadas, que ya cansa tanta sonrisita boba, aunque tampoco hay que ser impaciente. Se lo comunicaremos el próximo catorce, cuando cumpla su cuarto mes...

Sobra decir que el autor se responsabiliza plenamente de todos los comentarios vertidos en esta opinión, pues cada madre o padre tiene perfecto derecho a delegar sus responsabilidades en cualquier moda, libro o gansada varia.



Zoquete

Extraída del blog personal del autor, IMPERTINENCIAS VARIAS, el cual puedes visitar y dejar tu opinión en este enlace: http://zoquete.blogspot.com/2006/02/nio-que-no-llora-no-aprende-propsito.html

De dejar llorar y otras aberraciones....

Publicado por Sugarplumfairy en 10:31 p. m. 0 comentarios

Crecer feliz, educando con cariño.
Los niños necesitan contacto físico y atención.



“Los niños necesitan contacto físico y atención” dicen los investigadores. (artículo publicado en The Harvard University Gazette) Por Alvin Powell.

La actitud norteamericana del “dejar llorar a los niños” puede ocasionar más miedos y problemas en los adultos, según dos investigadores de la Harvard Medical School. En lugar de dejar llorar a los niños, los padres americanos deberían tener a sus hijos cerca, consolarlos cuando lloran y llevárselos a su cama con ellos, donde se sentirán seguros, dicen Michael L. Commons y Patrice M. Miller, los dos investigadores del Departamento de Psiquiatría de la Harvard Medical School.

Esta pareja de investigadores examinaron prácticas de crianza aquí y en otras culturas y creen que la práctica de poner a los niños en camas separadas incluso en habitaciones separadas y de no responder prontamente a sus llantos puede conducir a incidentes de estrés post-traumático y desórdenes relacionados con el pánico cuando estos niños sean adultos. Un estrés temprano resultado de la separación provoca cambios en el cerebro delos niños que los hace más susceptibles al estrés cuando sean adultos.

“Lospadres tendrían que reconocer que dejar a sus niños llorar innecesariamente les hace un daño permanente”, dice Commons.

“Esto cambio el sistema nervioso de manera que los hace mucho más sensibles a un futuro trauma.”

El trabajo de estos investigadores de Harvard es único porque utiliza un enfoque inter y multidisciplinario:

Examina las funciones cerebrales, el aprendizaje emocional de los niños y las diferencias culturales, segun Charles R.Figley, director del Traumatology Institute de la Florida State University y editor de The Journal of Traumatology.

“Es muy poco frecuente y muy importante encontrar este tipo de investigaciones multidisciplinarias”, dice Figley.

“Tiene en cuenta las diferencias entre culturas en la respuesta emocional ante el estrés y su habilidad para soportar el estrés, incluyendo el estrés traumático.”

Figley dice que el trabajo de estos investigadores ha abierto el camino a más estudios y podría tener implicaciones muy amplias, desde los esfuerzos de los padres para estimular intelectualmente a sus hijos hasta prácticas como la circuncisión.

Commons ha sido conferenciante y investigador asociado en el Departamento de psiquiatría de la Medical School desde 1987 y es miembro del programa del Departamento en Psiquiatría y la Ley.

Miller ha sido investigadora asociada en el mismo Programa desde 1994 y es profesora ayudante de psicología en el Salem State College desde 1993. Obtuvo un master y un doctorado en Desarrollo Humano en la Graduate School of Education.

Los dos investigadores dicen que la manera de criar a los niños en América está influenciada por el miedo a que los niños crezcan demasiado dependientes. Pero dicen que los padres van por el mal camino: el contacto físico y la seguridad harán a los niños más seguros y más capaces para formar relaciones adultas cuando finalmente vayan solos por el mundo.

“Le hemos dado tanta importancia a la independencia que esto está teniendo efectos secundarios muy negativos”, dice Miller.

Los dos fueron el centro de atención en febrero cuando presentaron sus ideas en la reunión anual de la American Association for the Advacement of Science en Filadelfia.

Commons and Miller (...) compararon las prácticas de crianza norteamericanas con las de otras culturas, en particular, con las de los Gusii de Kenya. Las madres Gusii duermen con sus niños y responden rápidamente cuando estos lloran.

“Las madres Gusii, a las que se mostró cintas de video en las que podían ver como actuaban las madres norteamericanas, quedaban afectadas por lo que las norteamericanas tardaban en responder a los llantos de sus hijos.” dicen Commons y Miller en su trabajo sobre el tema.

La manera en que nos crían tiene efectos nuestra sociedad en general.

A los norteamericanos en general no les gusta que los toquen y se enorgullecen de la independencia llevada al extremo de la soledad, incluso cuando pasan una temporada difícil o estresante. Aunque la creencia convencional es que los niños tendrían que aprender a dormir solos, Miller cree que muchos padres “hacen trampas” y se quedan al niño en su habitación, al menos al principio. También cree que una vez los niños saben gatear, muchos encuentran el camino hasta la habitación de sus padres sin ayuda.

Los padres norteamericanos no tendrían que preocuparse sobre este comportamiento o tener miedo de tratar a los bebés como a bebés, dicen Commons y Miller.

Los padres deberían sentirse libres de dormir con sus hijos, de tenerlos cerca, posiblemente en un colchón en la misma habitación, y de darles consuelo cuando lloran.

“Hay maneras de hacer crecer a los niños independientes sin tenerlos que hacer pasar por este trauma” dice Commons.

“Mi consejo es darles seguridad a los niños para que puedan crecer y asumir riesgos.”

Además del miedo de hacerlos dependientes, la pareja de investigadores mencionaron otros factores que han ayudado a formar nuestra manera de criar a nuestros hijos.

Entre ellos, miedo a que los niños interfieran en la vida sexual de la pareja si comparten la habitación de sus padres y preocupación por si un bebé pudiera ser aplastado por unos de los padres si comparten la cama.


De la misma manera, el disponer de más dinero ha ayudado en la separación de las familias, porque se dispone de casas más grandes con habitaciones separadas para cada niño.

El resultado, dicen Commons y Miller, es una nación a la que no le gusta cuidar de sus propios hijos, una nación violenta marcada por relaciones débiles y distantes, poco físicas.

“Creo que en nuestra cultura nos resistimos a cuidar a nuestros hijos” dice Commons.

“Creo que el castigo y el abandono nunca ha sido una buena manera de formar personas afectuosas, empáticas e independientes.”

Fuente:

Traducción realizada por Andera.

http://www.news.harvard.edu/gazette/1998/04.09/ChildrenNeedTou.html

Dormir sin llorar....

Publicado por Sugarplumfairy en 10:23 p. m. 0 comentarios
POr Rafaella López, de
www.dormirsinllorar.com
Me encanta este sitio.

Por qué sin llorar?

La respuesta es sencilla.

Las técnicas para lograr que un bebé se duerma solo aunque llore son fáciles de encontrar, hoy en día las recomiendan profesionales de la salud, amigas, folletos en supermercados, en la farmacia, vecinas, suegras y cualquiera que se crea con derecho a opinar de cómo debes criar y tratar a tu hijo. A simple vista no parece muy sano dejar llorar a un bebe hasta que se duerma, aunque esta forma de actuar esté muy extendida y justificadas con la sabiduría popular (te toma el pelo, sabe latín, es un malcriado...) , no me negarás que es bastante desagradable y no hay estudios que indiquen que actuar así con un bebé esté excepto de problemas psicológicos en el futuro.

Cuando ignoramos deliberadamente el llanto de nuestro bebé lo pasamos realmente mal, hasta el punto que hasta en estos métodos se aconseja que salgas de la habitación o te distraigas mientras pasan los 20 minutos de rigor... y para callar la conciencia justifica esta forma de actuar argumentando que es la única correcta, que tienes que respetar los tiempos y si desfalleces y entras a consolar a tu hijo, el método fracasará, no dormirá nunca bien y la culpa es tuya. Y encima lo aderezan con amenazas como que si tu hijo no duerme bien, no lo hará nunca, tendrá problemas de crecimiento, será un inadaptado en la escuela, y muchas desgracias más. Realmente ¿no es un poco exagerado? Dejar llorar deliberadamente a un bebé es antinatural, si no no nos crearía estrés ¿Por qué desoír nuestros sentimientos?

Uno de los argumentos más fuertes que lucen estos “métodos” tan populares es que si no se enseña a dormir un bebé no aprenderá nunca. Pero lo que realmente se enseña a tu hijo con la técnica del llanto es que en la noche no puede contar contigo, la noche es para dormir, y tanto si llora, grita, patalea o incluso vomita, no le vas atender, que se apañe solo. Bueno,¿y si está malito?¿ Como lo distingues de te está tomando el pelo? ¿Y si tiene miedo? ¿Y si te necesita?

La mayoría veces estas dificultades para dormir a un bebé y mantenerlo dormido son pequeños detalles fáciles de solucionar (mejorar la rutina, mejorar las siestas, averiguar si tiene alguna asociación a la hora de dormirse y quitársela de forma gradual...) y con un poco de tiempo y comprensión mejoran las cosas. Y por eso has entrado aquí para dar con las causas y mejorar las noches.

Visita Dormirsinllorar.com

VACUNAS (Carlos González)

Publicado por Sugarplumfairy en 10:19 p. m. 0 comentarios
LAS VACUNAS: COSAS QUE NO SON CIERTAS (DR. CARLOS GONZÁLEZ)

Vacunas: Cosas que se dicen y no son ciertas

Las vacunas protegen a los niños para toda la vida de enfermedades que pueden dejar graves secuelas o incluso causar la muerte. Desde hace un tiempo es relativamente fácil encontrar familias que no quieren vacunar a sus hijos. Habitualmente han leído información incompleta, exagerada o simplemente falsa en algunos libros y en ciertas páginas de internet.

En este artículo intentaremos desmentir algunos de esos mitos. Sólo algunos, porque los errores que dan vueltas por ahí son muchos, y desmentirlos todos con detalle requeriría un libro entero.


Esas enfermedades casi han desaparecido en los países industrializados porque se vacuna a los niños. Pero podrían volver si se dejase de vacunar. Por eso los gobiernos siguen gastándose el dinero en vacunas. Si pudieran ahorrárselas, se las ahorrarían. En los países del Este, por ejemplo, disminuyó la tasa de vacunaciones con la caída del régimen comunista. En 1993 hubo en Rusia una epidemia de difteria, con 15.000 enfermos y 470 muertos.

Existen muchas vacunas, además de las que están en el calendario oficial de vacunación. No se administran todas, sino solo las más adecuadas a los riesgos de cada país. En España no nos vacunamos de la encefalitis japonesa (en Japón sí, por supuesto). La primera vacuna que se inventó fue la de la viruela. Resultó tan eficaz que se consiguió erradicar la enfermedad en todo el mundo. Hace décadas que no se vacuna de la viruela en ningún país del mundo, ya no es necesario. La viruela se pudo erradicar porque solo afecta al ser humano, y porque el virus no puede mantenerse vivo fuera de un individuo enfermo. Por desgracia, la mayoría de las enfermedades no cumplen estos requisitos; los microbios se pueden transmitir por animales, o permanecer durante años en el suelo, y por tanto jamás se podrán eliminar.

Las vacunas cuestan dinero, pero nos las ponen gratis. Es absurdo pensar que el gobierno va a gastar dinero en vacunas que no se consideran muy necesarias. Es lo que ocurre con la gripe: cada otoño se hace una campaña para que se vacunen los ancianos y algunos enfermos crónicos. ¿Por qué no vacunar a todo el mundo? ¿Es que los jóvenes no pueden tener la gripe? No, lo que ocurre es que un joven pasa la gripe en su casa, mientras que un anciano puede que necesite ingresar en el hospital. Al joven le convendría vacunarse, pero el gobierno no ve necesario regalarle la vacuna. A veces se oye decir que el sarampión es una enfermedad leve, que antes no se vacunaba y todos lo pasábamos. Es cierto, pero muchos morían. En la última epidemia de sarampión en Holanda (1999-2000) hubo casi 3.000 enfermos, algunos con complicaciones graves: 130 casos de neumonía, 5 casos de encefalitis (infección del cerebro) y 3 muertos.

Cada año mueren en el mundo más de 700.000 niños por el sarampión; incluso en Europa, entre niños bien nutridos, muere uno de cada 1.000 enfermos. El que los otros 999 sobrevivan no nos debe dar la impresión de que sea una enfermedad sin importancia.

En cualquier farmacia (y no digamos en una parafarmacia) podemos encontrar cientos de productos que no son útiles para mejorar la salud: cremas y productos de belleza, suplementos nutricionales, tónicos y reconstituyentes... Podemos comprarlos, si lo deseamos, pero ningún gobierno del mundo nos los va a regalar. UNICEF ha preparado un interesante documento, el Immunization summary, que contiene, entre otros datos, el calendario de vacunaciones y el porcentaje de niños vacunados en los distintos países del mundo (está publicado en internet). En este documento se observa que países como Cuba, Corea del Norte o la República Islámica de Irán tienen calendarios muy similares al nuestro y tasas de vacunación altísimas. ¿Estarán ellos también al servicio de los laboratorios farmacéuticos? Por cierto, Cuba es un importante exportador de vacunas, gracias al excelente trabajo científico del Instituto Finlay de La Habana.

La edad de vacunación depende del equilibrio entre dos factores. Si se ponen demasiado pronto, a veces no son efectivas, porque el sistema inmunitario del bebé todavía no responde (si no fuera por ese problema, se pondrían todas las vacunas al nacer, en el hospital, y asunto resuelto). Si se ponen demasiado tarde, aumenta el riesgo de que el niño enferme antes de vacunarlo. Por eso los países africanos suelen poner las vacunas un poco antes que los europeos, mientras que los países nórdicos (con un excelente sistema sanitario, para atajar cualquier posible brote) se permiten el lujo de empezar un mes más tarde e incluso de poner una dosis menos de la serie básica (difteria, tétanos, tosferina y polio). Pero, en general, mes arriba o mes abajo, el calendario vacunal de todos los países del mundo es muy similar. Cuando el riesgo de infección es mayor, es preciso adelantar las vacunas.

Un reciente brote de sarampión en Barcelona obligó a adelantar temporalmente la vacuna triple vírica de los 15 a los 9 meses. En algunos sitios se puede leer que en Japón no vacunan a los niños hasta los dos años. Es falso. Tal como se muestra en la web de su Ministerio de Salud, los niños japoneses reciben antes del año dos dosis de polio oral y tres de difteria, tétanos y tosferina. Retrasar las vacunas o ponerlas después del año (o de los dos años) significa exponer al niño a un peligro de infección. Y las vacunas no son «demasiado fuertes» para bebés tan pequeños, y tampoco «sobrecargan» su sistema inmunitario ni nada por el estilo. En realidad, a las pocas horas de nacer un bebé ya está invadido por millones de microbios de cientos de especies distintas; las vacunas solo añaden unos pocos microbios más, y encima muertos (o «medio muertos», en el caso de la triple vírica).

Normalmente no. En los últimos brotes de sarampión en Holanda y en Barcelona, que antes mencionamos, casi todos los afectados estaban sin vacunar. Pero en algún caso podría ocurrir que una parte importante, incluso la mayoría de los enfermos en una epidemia, estuvieran vacunados. Es muy fácil esgrimir ese dato como si fuera la «prueba» de que la vacuna es inútil, incluso peligrosa. Pero unos sencillos cálculos demuestran que no es así, ni mucho menos. Supongamos que, en cierto país, el 97% de los niños están vacunados, y supongamos que la cosa está repartida uniformemente. En cualquier pueblo, en cualquier barrio, en cualquier escuela, el 97% de los niños están vacunados.

Supongamos que la vacuna es completamente inútil. Hay una epidemia. Enferman miles de niños. ¿Cuántos de ellos estarán vacunados? ¡Pues el 97%, por supuesto! Por cada 3 enfermos sin vacunar, encontramos 97 enfermos vacunados. Si en vez de un 97% encontramos un 91% de enfermos vacunados, quiere decir que la vacuna ha sido eficaz. Y no hay que pensar que se trata de «una pequeña reducción del 6%», no se calcula así. A los 9 enfermos sin vacunar, manteniendo la proporción 97:3, corresponderían 291 enfermos vacunados. Como en vez de 291 hay sólo 91, se han evitado 200 casos, y la reducción (la eficacia de la vacuna) es de casi el 69%. Una reducción así ya sería suficiente motivo para vacunar a los niños, pero, en realidad, la eficacia de las vacunas es muy superior.

¿Y si en la epidemia el 52% de los enfermos están vacunados? Por 48 casos sin vacunar hubiéramos esperado 1.552 enfermos vacunados; se han evitado 1.500 casos, y la eficacia de la vacuna supera el 96%. Muchísimos, pero todavía habrá quien diga: «La vacuna no hace nada: ¡total, la mayoría de los enfermos estaban vacunados!». La ignorancia es atrevida.

Antes de usar masivamente cualquier vacuna se han hecho numerosos estudios durante décadas, en el laboratorio, en animales y en voluntarios adultos para comprobar su eficacia y su seguridad. Y antes de juntar una nueva vacuna con otras ya existentes, para administrarlas al mismo tiempo, se tienen que volver a hacer nuevos estudios, para demostrar que juntas son igual de eficaces y tienen tan pocos efectos secundarios como separadas.

Las vacunas se juntan por comodidad, por motivos económicos y ecológicos (las jeringuillas también cuestan dinero y contaminan), y sobre todo, por ahorrarle algunos pinchazos al niño.

Los efectos secundarios de las vacunas son bien conocidos, y nadie pretende ocultarlos. Sería completamente contrario a la costumbre habitual de los laboratorios farmacéuticos, que a veces parece que más que ocultar los efectos secundarios, los exageran. Leer el prospecto de cualquier simple analgésico, antibiótico o anticonceptivo casi da miedo.

Algunas personas acusan a las vacunas de producir alergia, muerte súbita o autismo. ¿Qué hay de verdad en ello?

Alergias
Puede haber, por supuesto, algunos niños alérgicos a alguna vacuna determinada, lo mismo que hay alérgicos al polen, a las fresas o a la leche. Es cierto que en los últimos años están aumentando las enfermedades alérgicas. Pero la causa no son las vacunas.

Se cree que dos de los principales factores que causan el aumento de las alergias son la contaminación atmosférica (en especial las partículas emitidas por los motores diesel) y el exceso de higiene: privado de microbios contra los que luchar, el sistema inmunitario se pone a luchar contra el polen, el polvo... Se podría pensar que las vacunas, al fomentar la aparición de anticuerpos útiles (contra el tétanos, contra la polio...) podrían más bien disminuir los anticuerpos inútiles y por tanto las alergias... pero no es así. En numerosos estudios no se ha encontrado relación entre vacunas y alergia, ni para bien ni para mal.

Muerte súbita
La muerte súbita del lactante se produce, por definición, durante el primer año. La mayoría de los casos ocurren durante los primeros seis meses. Y en ese tiempo, los niños reciben varias vacunas (más o menos una cada ocho semanas). Si una de cada ocho semanas es «la semana después de vacunarse», es lógico que uno de cada ocho casos de muerte súbita se produzca en esa semana, por pura coincidencia. En realidad, detallados estudios científicos indican que la relación es más bien la contraria: la vacunación parece disminuir el riesgo de muerte súbita, no se sabe por qué mecanismo.

Autismo
Algunos científicos habían sugerido una posible relación entre el autismo y la vacuna triple vírica o entre el autismo y el mercurio que se usa como conservante en algunas vacunas. Rápidamente se realizaron estudios completos y detallados en distintos países, y no se ha encontrado ninguna relación entre las vacunas y el autismo. Por desgracia, los grupos que están en contra de las vacunas se apresuraron a airear las primeras alarmas, pero no se dieron por enterados del desmentido

Lactancia y sueño.

Publicado por Sugarplumfairy en 10:04 p. m. 0 comentarios

La lactancia materna guarda relación con los ciclos de sueño de los bebés

Expertos de la Universidad de Extremadura destacan los beneficios de la leche materna y su relación con los ciclos de sueño de los lactantes


Investigadores del departamento de Fisiología de la Universidad de Extremadura han puesto de manifiesto la relación que existe entre la leche que ingieren los bebés lactantes y sus ciclos de sueño, así como la necesidad de incluir una diferente dosis de tritópfano en las leches elaboradas artificialmente.

Según los científicos de la UEx, la leche que procede de las madre contiene elevados niveles de esa sustancia que ayuda a consolidar el ritmo sueño/vigilia en los niños recién nacidos.

Sus conclusiones llegan tras desarrollar uno estudio sobre muestras de leche materna y de orina procedente de los pequeños, que evidencian el importante papel del tritópfano a la horade que los bebés mantengan un ciclo estable de sueño y de actividad.

Para Javier Cubero, uno de los expertos el departamento, los resultados que revela el trabajo deberían ser tenidos en cuenta por los fabricantes de leches artificiales, ya que en la actualidad , estos productos contienen niveles constantes de tritopfáno. Lo óptimo sería disponer de leches nocturnas, con un alto contenido en esta sustancia; y de día con una baja cantidad de este aminoácido. " Sin duda estas leches pertenecerían a una nueva generación basada en la cronutrición que acercarían más la alimentación artificial a la de la madre" , aseguran los expertos.

El tritópfano está a su vez relacionado con la melatonina, una de las hormonas que en nuestro organismo presenta cambios en su secreción diaria, siendo sus niveles máximos durante los periodos de oscuridad y mínimos en el luminoso.

Las conclusiones del estudio han sido demostradas en tórtolas de menos de un año de edad, a las que se les administró tritópfano. Así se observó que en estas aves la sustancia contribuía a la consolidación de reposo nocturno en las primeras etapas de vida, informa la UEx.

Fuente: EFE

Relación entre la dieta y el sueño de los recién nacidos
También recientemente se ha realizado una investigación sobre la relación entre dieta y patrones de sueño en los recién nacidos (Yogman, N. y Zeisel, S.). Un grupo de veinte niños de entre dos y tres días de edad, fue dividido en dos al azar. Uno de los grupos recibió una dieta compuesta por triptófano disuelto en un 10% de glucosa y el otro valina disuelta en un 5% de glucosa. Tras realizarse comparaciones entre el sueño de los bebés de los dos grupos, se observo que el grupo alimentado con triptófano entraba en un periodo de sueño activo 14 minutos antes y en un periodo de sueño silencioso 20 minutos antes que los bebés que reciben una dieta normal. El grupo que recibió la valina se dormía más tarde, entraban en el periodo de sueño activo 15,8 minutos más tarde y en el periodo de sueño silencioso 39 minutos más tarde que los bebés de dieta normal.

Este estudio complementa al nuevo y sorprendente descubrimiento que se ha hecho en la Universidad de Extremadura que relaciona la leche materna con este aminoácido y con la regulación de los ciclos de sueño de los recién nacidos.


Así que una forma muy natural y saludable de ayudar a establecer patrones de sueño a tu pequeño consiste en alimentarle con Lactancia natural.

De Dormirsinllorar.

Declaración Innocenti sobre protección, promociópn y apoyo a la lactancia materna.

Publicado por Sugarplumfairy en 9:51 p. m. 0 comentarios

Esta información me parece de gran utilidad, es del Bog de ASociación SINA

http://asociacionsina.org/2009/06/05/declaracion-de-innocenti-sobre-la-proteccion-promocion-y-apoyo-de-la-lactancia-materna-oms-unicef/

Declaración de Innocenti” sobre la protección, promoción y apoyo de la Lactancia Materna (OMS / UNICEF)
Junio 5, 2009 por elblogdesina

La Declaración de Innocenti fue elaborada y aprobada por los participantes en la reunión conjunta OMS/UNICEF de planificadores de política sobre “La lactancia materna en el decenio de 1990: una iniciativa a nivel mundial”, copatrocinada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (A.I.D.) y el Organismo Sueco de Desarrollo Internacional (O.S.D.I.), que tuvo lugar en el Spedale degli Innocenti, en Florencia (Italia), del 30 de julio al 1 de agosto de 1990.

La Declaración refleja el contenido del documento de antecedentes original preparado para la reunión y las opiniones de consenso expresadas en las sesiones plenarias.

Reconociendo que la lactancia materna es un proceso único que:
1.Proporciona la alimentación ideal al lactante y contribuye a su crecimiento y desarrollo saludables;
2.Reduce la incidencia y gravedad de enfermedades infecciosas, disminuyendo la morbilidad y mortalidad infantiles;
3.Promueve la salud de la mujer al reducir el riesgo de cáncer de mama y de ovario y al aumentar el intervalo entre embarazos;
4.Proporciona beneficios sociales y económicos a la familia y la nación;
5.Proporciona a la mayoría de las mujeres un sentimiento de satisfacción cuando se lleva a cabo con éxito.
.Según investigaciones al respecto se sabe que:
1.Estos beneficios aumentan, cuando el lactante es amamantado sin tomar otros alimentos durante los primeros seis meses de vida y, posteriormente se procede a un período prolongado de amamantamiento combinado con una alimentación complementaria;
2.La intervención mediante programas puede dar por resultado cambios positivos en las prácticas de amamantamiento.

Declaramos, por tanto, que:

1.Como meta mundial para la salud y la nutrición óptima de la madre y del niño, todas las mujeres deberán poder practicar lactancia materna exclusiva y todos los niños deben ser alimentados exclusivamente con leche materna desde su nacimiento hasta los 4-6 meses de edad.

2.De ahí en adelante, los niños deberían seguir siendo amamantados, recibiendo al mismo tiempo alimentación complementaria adecuada y apropiada, hasta los dos años de edad o más. Este ideal de alimentación infantil ha de lograrse creando una atmósfera favorable de conciencia y apoyo para que las mujeres puedan llevarlo a la práctica.

3.El logro de esa meta requiere, en muchos países, reforzar la “cultura de la lactancia materna” y defenderla enérgicamente de las incursiones de la “cultura del biberón”. Para esto se requiere adhesión y apoyo a la movilización social, aprovechando al máximo el prestigio y la autoridad de dirigentes reconocidos de la sociedad en todos sus sectores.

4.Debe tratarse de aumentar la confianza de las mujeres en su capacidad de amamantar. Dotarlas de esa confianza supone eliminar las limitaciones e influencias que manipulan las percepciones y la conducta en materia de amamantamiento, a menudo por medios sutiles e indirectos. Para ello se requiere sensibilidad, vigilancia constante y una estrategia de comunicación ágil y amplia que abarque a todos los medios de difusión y esté dirigida a todos los niveles de la sociedad.

5.Además, deberán eliminarse los obstáculos al amamantamiento que se alzan en el sistema de salud, el lugar de trabajo y la propia comunidad.

6.Deberán tomarse medidas para que las mujeres reciban una alimentación adecuada que les permita alcanzar un nivel óptimo de salud para sí mismas y para sus familias.

7.Además, todas las mujeres deberán tener acceso a información y servicios de planificación de la familia que les permita mantener la lactancia materna y evitar los intervalos cortos entre nacimientos que ponen en peligro tanto su salud y su estado de nutrición como el de sus hijos.

8.Todos los gobiernos deberán desarrollar políticas nacionales de amamantamiento y establecer metas nacionales apropiadas para el decenio 1990. Los gobiernos deberán establecer un sistema nacional para evaluar el logro de sus objetivos y desarrollar indicadores tales como la proporción de lactantes exclusivamente amamantados al ser dados de alta de los servicios de maternidad y la proporción de lactantes exclusivamente amamantados a los cuatro meses de edad. Se exhorta además a las autoridades nacionales a integrar sus políticas sobre lactancia materna con sus políticas generales de salud y desarrollo. Al hacerlo, deberán reforzar todas las medidas que protegen, fomentan y apoyan la lactancia materna con programas complementarios, como por ejemplo, de atención prenatal y perinatal, nutrición, servicio de planificación de la familia y prevención y tratamiento de enfermedades comunes de la madre y el niño.

9.Todo el personal de salud deberá tener la capacitación necesaria para llevar a la práctica estas políticas de lactancia materna.


Para el año 1995 todos los gobiernos deberán:

Haber nombrado a un coordinador nacional sobre lactancia materna que cuente con la autoridad apropiada y haber establecido un comité multisectorial de lactancia materna integrado por representantes de los departamentos no gubernamentales y de asociaciones de profesionales de la salud.
Garantizar que todas las instituciones que proporcionen servicios de maternidad practiquen plenamente la totalidad de los Diez pasos hacia una feliz lactancia natural que aparecen en la declaración conjunta OMS/UNICEF (Ginebra, 1989) titulada “Protección, fomento y apoyo de la lactancia materna: papel especial de los servicios de maternidad”.
Haber tomado medidas para poner en práctica los principios y objetivos de todos los artículos del Código Internacional para la Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna y las subsiguientes resoluciones pertinentes de la Asamblea Mundial de la Salud en su totalidad.
Haber aprobado leyes innovadoras que protejan los derechos de amamantamiento de las trabajadoras y establezcan medios para llevarlos a la práctica.

También instamos a las organizaciones internacionales a que:
Elaboren estrategias de acción para proteger, fomentar y apoyar la lactancia materna, con inclusión de la vigilancia y evaluación de sus estrategias a nivel mundial.
Apoyen la realización de análisis y encuestas nacionales sobre la situación en materia de amamantamiento y el desarrollo de metas y objetivos nacionales.
Estimulen y apoyen a las autoridades nacionales en la tarea de planificar, ejecutar, vigilar y evaluar sus políticas en materia de amamantamiento.

WABA

UNICEF
 

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